Cuando un camarón se convierte en el jefe
Elvis Martínez poco a poco ha logrado dejar atrás el mote de “El Camarón”, con el cual se pegó.
Comenzó a identificarse como “El Jefe”, ha hecho que los locutores y presentadores de programa así lo anuncien, y se ha hecho el milagro de abandonar el crustáceo con el cual se identificó.
Y es que esa identidad camaronística se entendió que le restaba a su imagen, llevándola a un plano terciario, y en materia de bachata, que fue en el pasado una música tan despreciada, hay que guardar distancia de todo lo que abarate.
No hay que olvidar que los bachateros y el mismo género lograron el “crossover” a partir de que en gran medida se “desbladurizaron” de Blas Durán y sus pleberías.
Ello a partir del trabajo innegable de Juan Luis Guerra, cuando vistió la bachata con un ropaje más limpio y decente.
Atrás quedó la denominada » bachata de grajo», pues muchos se montaron en ese «carro», aunque algunos pretendan todavía usar el término con los bachateros regulares, para diferenciarlos de Juan Luis Guerra.
Y no es así, Frank Reyes, Raulín, Anthony Santos, El Chaval, Elvis, Joe Veras, y todos los demás de ese grupo hace tiempo que están usando «desodorante» en su música, y dejaron atrás «el grajo».
Mantuvieron sí el dejo de “amargue” con el que se identificó el género en el pasado, pero prescindieron de los «malos olores».
Volviendo al Jefe, antiguo camarón, el cambio de identidad en su personaje artístico no deja de ser sorprendente y chocante, puesto que es muy difícil que la gente denomine y llame de otra manera lo que ya fue bautizado con un nombre de origen.
Ahí está La Feria, la Avenida del Puerto, El Aeropuerto Las Américas, Radiotelevisión Dominicana.
Así que El Camarón no se durmió…por ello no se lo llevó esa corriente.
(merengala.blogspot.com)