
El 20 de marzo de 2020 se declara toque de queda en todo el territorio nacional, marcando un período de duras restricciones que limitaron el libre tránsito y ralentizaron el aparato productivo.
En los primeros meses de la pandemia solo unos pocos tenían el privilegio de circular fuera del horario establecido: personal médico, bioanalistas, periodistas y aquellas personas y vehículos vinculados a las industrias y el comercio de alimentos, energía, agua, telecomunicaciones y otros servicios básicos.
Las entregas por aplicaciones crecieron como espuma, principalmente los pedidos en puestos de comida, supermercados y farmacias. Un ejemplo de ello es que en el 2020 Uber Eats creció 88% en órdenes comparado con el 2019.