El iPhone 12 sobrepasa los límites de emisión de ondas de radiofrecuencia establecidos por la Agencia Nacional de Frecuencias (ANFR) francesa, lo que significa que el cuerpo humano absorbe más radiación en el contacto con este dispositivo de la que se considera segura, y que ha motivado su retirada del mercado.
La ANFR ha analizado 141 teléfonos móviles para determinar la tasa de energía de radiofrecuencia que absorbe el cuerpo humano en el uso de estos dispositivos, con el objetivo de evaluar si cumplen los límites de la tasa de absorción específica establecida por este organismo, considerada como segura.
El análisis tiene en cuenta el contacto táctil a una distancia de 0mm para esta tasa, es decir, pegado a las extremidades del usuario cuando lo tiene en la mano o guardado en el bolsillo del pantalón; y a una distancia de 5mm del cuerpo, con el móvil guardado en el bolsillo de una chaqueta o en un bolso.