
El bloqueo de los accesos fronterizos de la República Dominicana con Haití, por el desvío de las aguas del río Masacre, representa grandes pérdidas económicas para quienes son parte del comercio binacional.
Sin embargo, esta precariedad no se concentra únicamente en el sur y oeste del territorio dominicano, ya que también negocios del Distrito Nacional son afectados.
Entre calles sucias por alimentos descompuestos y el exceso de basura, algunos comerciantes del Pequeño Haití, ubicados en la calle Benito Monción, rechazaron ayer las medidas dispuestas por el presidente Luis Abinader, pues estiman que amenazan el sustento económico de sus familias.