Prostitución forzada y explotación son unas de las realidades que están viviendo algunos de los miles de inmigrantes que han llegado masivamente a Nueva York desde el año pasado y esperan por permisos de trabajo.
Kika Certa -seudónimo-, una venezolana que pasó por esa situación hace tres décadas, ha decidido contar ahora su historia para prevenir que más extranjeras sean forzadas a la prostitución, después de escuchar al alcalde Eric Adams decir que los migrantes recién llegados estaban impulsando el comercio sexual en Corona, destacó New York Post.
Certa quiere que las mujeres atrapadas en esa situación sepan que hay una salida. Su tragedia comenzó cuando siendo una joven contadora (CPA) en Caracas se enamoró de “Daniel”, quien la convenció de emigrar a Nueva York en 1992. Pero pronto se encontró viviendo una pesadilla en Roosevelt Avenue, junto a otras víctimas venidas de Venezuela, Colombia, México, Filipinas y China, de entre 16 y 40 años.