

Todo el arte está hecho para alumbrar aquella parte espiritual que tenemos todos los seres humanos. Desde los tiempos más remotos hemos buscado reflejar e interpretar la vida a través de imágenes creadas con intencionalidad estética.
La búsqueda de la belleza es parte fundamental de lo humano, civilizaciones completas han perseguido incansablemente lo bello y el curso de su historia ha estado vinculado a las expresiones artísticas que cada pueblo ha desarrollado.
En este orden, la diversidad artística de las diferentes culturas, no es fruto de la mera casualidad o de algo arbitrario, sino que muestra la visión de la realidad propia de cada artista y la de su contexto cultural e histórico.