Plataformas como X (antes Twitter), Instagram y TikTok se han convertido en campos de batalla y un claro ejemplo son ‘Los Chapitos’ y ‘La Mayiza’, las dos facciones del Cártel de Sinaloa que además de haber desatado un infierno en Culiacán y sus alrededores, también han trasladado la guerra a las redes sociales.
En estas redes los grupos criminales difunden mensajes, amenazan a rivales y reclutan nuevos integrantes. Una de las herramientas más ingeniosas que emplean para evadir la censura y el rastreo en estas plataformas son los emojis, utilizados como códigos para identificar a las distintas facciones, líderes y territorios.
Este fenómeno ilustra cómo los cárteles han adaptado su lenguaje y estrategias al entorno digital, complicando la labor de las autoridades y de las empresas tecnológicas.