
Un equipo de científicos de la Universidad de Oregón emprendió una expedición a la cordillera de Cascade Range con el propósito de analizar los recursos naturales de la zona. Aunque no encontraron oro ni metales preciosos, lo que hallaron fue aún más impactante: un gigantesco acuífero oculto bajo las formaciones volcánicas.
Los investigadores lograron cartografiar la cantidad de agua almacenada en las profundidades de la región y los resultados superaron todas las expectativas. Según sus estimaciones, este acuífero contiene al menos 81 kilómetros cúbicos de agua, un volumen descomunal que representa casi tres veces la capacidad máxima del lago Mead, una de las principales fuentes de agua en el suroeste de Estados Unidos.
Un recurso valioso con un riesgo oculto